SOBRECOSTOS DE CONSTRUCCIÓN DE RUTAS ARGENTINAS

3 de julio de 2013  
En Argentina, hacer rutas es más costoso

En Argentina, la Ruta Provincial 47, una carretera sin dificultades importantes demandará costos de por lo menos 1,4 millones de dólares por kilómetro  mientras que la Interoceánica en Perú costó 1,1 millón de dolares por kilómetro.


Según un estudio elaborado por la Fundación Pensar y que tuvo como objetivo comparar los costos de construcción de rutas, una en Argentina y otra en Perú, se llegó a la conclusión de que la inversión necesaria para la construcción en nuestro país es mucho más elevada respecto a la del país incaico. 
               
Para el análisis de los costos se tuvieron en cuenta dos rutas, la RP47 en Argentina, situada en Santa Cruz y por el otro lado, la Carretera Interoceánica en el sur de Perú. 

La RP47 es una vieja ruta de ripio que se extiende por 200 kilómetros y conecta la Ruta Nacional N°3 con la localidad de Puerto Deseado, a 150 kilómetros de la misma. El proyecto de pavimentación fue lanzado mediante dos licitaciones públicas. La licitación 11/2011 fue adjudicada a Kank & Costilla por $613.430.368,76, y la 12/2011 fue adjudicada por Austral Construcciones por un monto de $618.356.032,78. En total, la obra abarca un tramo de 200 kilómetros con un costo total de $1.231.786.401,50. Lo llamativo de esto es que, para una ruta cuya necesidad no es de primer orden el costo por kilómetro al cual se adjudicó haya sido de US$1,4 millones, tomando la cotización oficial del 17 de mayo de 2011 (US$1=$4,12).

Otra de las cuestiones que salta a la vista es que la obra no presenta dificultad alguna desde el punto de vista de su ingeniería. Al tratarse de la meseta patagónica, el trayecto transcurre en un terreno plano sin mayores inconvenientes, lo que no impactaría cualitativa ni sustancialmente en los costos de construcción.

Por su parte, la Carretera Interoceánica en el sur de Perú concluyó en 2010. Se trata de un tramo central entre Brasil y Perú y la obra se justifica, en parte, para permitir el acceso de los productos brasileños hacia los puertos peruanos del Pacífico. Más importante aún, busca promover el desarrollo de la deprimida y populosa región sur del Perú. La obra consistió en asfaltar 2.586 kilómetros entre la ciudad de Iñapari (Región Madre de Diós), en la frontera con Brasil, y los puertos de la costa sur peruana.

El costo de la obra fue de US$ 892 millones y la licitación fue adjudicada a un consorcio de empresas liderado por la brasileña Odebrecht. Debido a cambios en el presupuesto, el costo final superó los US$ 2.800 millones, lo que arroja un promedio de poco menos de US$ 1,1 millón por kilómetro construido. A diferencia de la RN47, este proyecto sí involucro dificultades de ingeniería. La obra transcurre en las Regiones de Madre de Dios, Cusco y Puno, entre los 200 y más de 4000 metros sobre el nivel del mar, atravesando terreno montañoso, desierto y puna.

Teniendo en cuenta las enormes diferencias entre la construcción de una ruta y otra, es llamativo que la Interoceánica haya costado 30% menos que la RP47. Por si fuera poco, cuando se concluya esta última en Santa Cruz, es probable que los márgenes sean aún más grandes debido a que los costos de adjudicación normalmente son ampliamente menores que los costos finales.

Nada hace suponer que estos elevados precios, por fuera de los estándares internacionales, sean un caso excepcional, sino todo lo contrario. Hacen que la mejora y la expansión de la red vial nacional sean muy inferiores a lo que podrían ser frente a los recursos destinados y las necesidades que presentan la población y la producción.

Para hacer frente a las grandes necesidades en infraestructura de transporte que tiene Argentina será necesario, entre otras cosas, reducir sensiblemente los costos de las construcciones viales. Para ello es importante intensificar los mecanismos de control y transparencia en las contrataciones públicas en Argentina y crear conciencia colectiva acerca de la necesidad y el deber de defender el erario público, para que el esfuerzo de los contribuyentes garantice la prestación de servicios esenciales, fomente el desarrollo sostenible y aumente el bienestar de todos los habitantes.