MERCADO ECONÓMICO - INFORMACIÓN Y ANÁLISIS MARTÍN TETAZ (31/8/2020)

Devaluar y desdoblar
 

El balance cambiario del BCRA confirmó que en julio la cuenta corriente de julio cerró con un superávit de 505 millones; prácticamente el mismo nivel que los 498 millones del año pasado. En ese contexto el presidente del Central volvió a decir que el tipo de cambio real era competitivo y que Argentina estaba en condiciones de exportar 92.000 millones de dólares si se aprovechaban las potencialidades del agro, la energía y los servicios basados en el conocimiento.

Sin embargo, en los primeros siete meses del año el superávit del sector externo es 48,7% más bajo que el del año pasado, con la cuenta de viajes cerrada, lo que contribuyó a que el déficit de servicios sea de solo 414 millones, contra 3.702 millones del mismo período de año pasado. Además, la economía está en una profunda recesión que hizo que las cantidades importadas fueran 20,5% menores en 2020, en contraste con cantidades vendidas al exterior que cayeron solo 7%.

Es difícil imaginar que este dólar de $73 alcance para equilibrar la cuenta corriente cuando la economía vuelva a abrirse al turismo y recupere el sendero del crecimiento. El tipo de cambio parece solo sostenible si el gobierno piensa que la recesión seguirá y no está dispuesto a abrir las fronteras en el verano.
 
 

Ni hablar de la cuenta capital. Pesce y Guzman apuestan todas las fichas a que la brecha cambiaria ceda, una vez que los nuevos bonos del canje coticen en el mercado, en la segunda mitad de septiembre, puesto que el riesgo país colapsará al terreno de los 1000 puntos, por la simple razón de que se reemplazarán bonos que incluyen en su tasa de retorno la quita implícita, por bonos que ya están limpios del recorte de 45% en el valor presente.

No está tan claro que la brecha vaya a caer, pero aún en el escenario mas optimista, la cuenta capital del gobierno funciona como una expendedora de dólares, porque compra billetes financieros a $73 pero los vende a $101 y entonces saca a los vendedores de la cancha, al tiempo que subsidia a los compradores siempre que la brecha con el paralelo es mayor que el impuesto PAIS. Esto explica el record de 3,9 millones de compradores de dólar solidario en julio.

Paradójicamente, la autoridad monetaria que tiene que defender el valor de la moneda, subsidia la compra de moneda extranjera y al mismo tiempo penaliza las ventas de dólares, que del otro lado del mostrador, son más demanda de pesos.
 
 
 

Por esa razón las ventas del central crecen con la diferencia de precio entre el dólar oficial y el paralelo. No obstante, aunque la eventual caída de la brecha por debajo del 30% del impuesto PAIS probablemente frene las ventas de divisas financieras, no logrará que el Central compre un solo dólar de los ahorristas.
Además, mientras persista la expectativa de devaluación, las empresas bajarán su exposición a deuda en dólares, acelerando la demanda de divisas que ven baratas para cancelar sus compromisos, como ha venido ocurriendo en los últimos meses

 
 
 

Todo lo anterior indica que el esquema cambiario del gobierno está herido de muerte y que como mínimo necesita cerrar la brecha entre el paralelo y el solidario, lo cual puede conseguir aumentando el impuesto, o endureciendo el cepo.
Adicionalmente puede volver a comprar divisas financieras si devuelve el impuesto a los que venden, dejando de penalizar el aumento en la demanda de pesos.

Por si todo esto fuera poco, la brecha lastima también la cuenta corriente, porque el BCRA vende a 73 lo que el mercado valúa a $138 y entonces los consumidores buscan autos, celulares y cualquier otro producto que en virtud de la diferencia se consiguen con un descuento del 47% en moneda dura. Esto explica por qué creció 17% la demanda de divisas para importaciones, aun en un contexto regresivo como el actual
 
 

Para volver a estabilizar de manera permanente y sostenible el balance de pagos, lo ideal sería devaluar el oficial, para que el tipo de cambio real bilateral con Brasil vuelva al nivel que tenía a principios de año, lo cual implicaría un dólar mayorista de $92,80. En simultaneo liberar el dólar financiero, permitiendo que empresas y familias compren y vendan libremente todos los dólares que quieran, al precio de equilibrio, que en ese contexto será menor que el paralelo actual; en algún nivel entre los $92 del comercial y los $125 que sale hoy el contado con liquidación.

Las reservas empezarían a crecer y una parte importante de los 49.000 millones de dólares que los argentinos atesoraron desde abril del 2018 a la fecha, volverían al mercado, recomponiendo la demanda de pesos y ayudando a financiar la recuperación del consumo y la inversión.
 
 
 
¿Qué pasa en el mundo?
 
 

Mientras cede el segundo pico de coronavirus en Estados Unidos, los datos de Bureau of Economic Analysis confirman que se sostiene el ingreso disponible y sigue creciendo el consumo, señal que mejoran las expectativas y se recupera la demanda agregada. Entre marzo y abril, el consumo había caído 18,8% incluso a pesar de que el ingreso disponible había subido 12,8% en virtud del paquete Covid, lo que evidenciaba una preferencia por el ahorro preventivo.

En julio, con la mitad del paquete de asistencia del gobierno vigente y el ingreso disponible todavía 6,3% encima del nivel de febrero, el consumo se mantiene 4,7% debajo de febrero, de modo que sigue habiendo temor, pero la demanda vuelve.
 
 
 

Consistentemente, la confianza de los consumidores recuperó 1,6 puntos en agosto y si bien todavía sigue muy por debajo del pico de febrero, no alcanzó el fondo de la crisis 2008.
 
 

Los datos subjetivos cerraron una semana de buenas noticias en el frente real, con la corrección de la caída del segundo trimestre que terminó siendo del 9,1% y 98.000 personas menos que la semana pasada solicitando subsidios de desempleo. Además, el número de desempleados permanentes que continúan requiriendo asistencia se redujo en 223.000 personas y quedó en 14.535.000 desempleados.
 
 

Para completar la fiesta de los mercados, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell anunció que la entidad flexibilizará sus metas de inflación buscando que el 2% sea un objetivo promedio de largo plazo, lo que permite que la inflación supere durante algunos meses ese nivel compensando los meses deflacionarios de la pandemia, antes de que la FED vuelva a subir las tasas.

Finalmente, después de lateralizar en una meseta por dos meses, el Dow conectó la cuarta semana al hilo de subas, ganó 2,6% y alcanzó a recuperar todo lo que había perdido en el año, aunque todavía está ligeramente debajo del nivel de febrero. El índice de las tecnológicas, por su parte, ganó 3,7% y marcó un nuevo record que confirma la aceleración del cambio estructural causada por la pandemia
 
 

En Europa, en cambio los casos de coronavirus escalan de manera dramática en Francia y empiezan a recuperar velocidad en Alemania, Italia y el Reino Unido, solo cediendo la segunda ola en España. Por la positiva, la experiencia de Estados Unidos y el segundo pico español muestran que en este round el virus es mucho menos letal que en el primer pico, que tomó al sistema de salud por sorpresa y que además afectó a los mas vulnerables al Covid.
 
 

Como sucedió en América, las economías ya no entran en lockdown, porque la gente aprende a vivir con el virus, pero se frena la recuperación porque la confianza de los consumidores se freeza. De ser una crisis predominantemente de oferta, en esta segunda ronda de contagios el shock impacta en la demanda.
 
 

El freno mas fuerte se produjo en Corea del sur, donde volvieron las cuarentenas, y en España e Italia. En contraste continua la recuperación en Suecia y Japón, frenándose en Reino Unidos y Alemania.