La opinión de Mario Alarcón Muñíz:


Es legítimo y respetable que el gobernador aspire a ocupar funciones superiores en la política argentina. El cumplimiento de anuncios y promesas pendientes también forma parte de “el sueño de los entrerrianos”.

La posibilidad de un ascenso del gobernador Urribarri al nivel nacional, cobró notoriedad desde el pasado fin de semana. Hasta ese momento se hablaba del asunto a media voz en los despachos de la Casa Gris cercanos al mandatario.

Alguna inquietud en tal sentido comenzó a insinuarse hace poco más de un año mediante aisladas y no muy explícitas palabras de funcionarios procurando situarlo en el gran escenario; tomó cierto vuelo en algunas sobremesas que suele presidir el titular del gobierno ante pocos asistentes y finalmente se deslizó detrás de la consigna “El sueño de los entrerrianos” no bien se conocieron los resultados de las primarias de agosto.

Nunca se habló del tema con claridad. Todas fueron alusiones y eufemismos hasta el viernes 11, cuando Clarín reveló que el nombre de Urribarri era tenido en cuenta en Olivos para suceder a Abal Medina como jefe de gabinete, pasadas las elecciones. Se lo presentó como el gobernador más fiel a la Presidenta, después de las últimas tormentas internas que llevaron y trajeron a Scioli y desinflaron a varios.

Ratificó la tendencia el jueves último otro periódico poco afecto al oficialismo. La Nación publicó una extensa nota motivada, evidentemente, en la necesidad de conocer mejor al personaje y desentrañar las razones de su postulación. Un cronista de ese diario acompañó a Urribarri en una gira provincial y relató su experiencia.

“Más vale tranco seguro”

Si bien se trata de versiones y especulaciones, la posibilidad de ocupar la jefatura de gabinete tropieza con el actual mandato del gobernador, vigente hasta 2015. En los círculos
más cercanos a Urribarri las opiniones al respecto no son coincidentes.

Quienes apoyan la idea y se entusiasman con llegar a Buenos Aires un par de años antes de lo soñado, sostienen que un cargo tan importante colocará al gobernador en el andarivel de preferencia para la carrera presidencial, confirmando que es “el elegido” de CFK para la sucesión.

Las ventajas son relativas. No dependen del cargo, sino de la personalidad y las circunstancias. Alberto Fernández no terminó bien. Massa pasó desapercibido. Aníbal Fernández se peleó con medio mundo y sigue refunfuñando. Abal Medina parece una sombra deambulando por los pasillos de la Casa Rosada.

No faltan allegados al gobernador que recuerdan la sentencia de Marcelino Román: “Si te querés apurar, / mirá bien y afirmá el paso: / más vale tranco seguro / que gran salto con porrazo”. Opinan que el mandato fue otorgado hace dos años por el 55% de los votantes y no resultará favorable resignarlo a mitad de camino para saltar a una escalera nacional.

En el mundo de las hadas

A esta altura de la historia, sólo se conoce “el sueño”, presentado como “de los entrerrianos” por la publicidad oficialista -muy costosa, dicho sea de paso, con gran despliegue de afiches enormes. Hasta los reales candidatos K a senadores y diputados han sido desplazados y hasta menoscabados, apareciendo sólo la figura de Urribarri, único, superior.

La aspiración personal es legítima y respetable. Que sea “de los entrerrianos” está por verse. Hasta ahora se trata de un recurso publicitario. Como tantos otros de los últimos años.

No otra cosa fue la sonada presentación de la “cosechadora entrerriana” en la plaza de Mayo de Buenos Aires en marzo del año pasado. Hasta la Presidenta se subió a la máquina que terminó siendo de utilería. La empresa anunció 18 unidades para Angola en un año (nunca aparecieron) y obtuvo un préstamo provincial por cinco millones y medio de pesos que jamás devolvió, porque mucho antes, en diciembre de 2011, ya estaba en cesación de pagos, según lo comprobó el síndico actuante en la causa por concurso de acreedores. A la fecha de cesación de pagos, adeudaba al gobierno tres millones y medio, pese a lo cual recibió dos millones más. A esta deuda cabe agregar las de impuestos provinciales (ATER), impuestos nacionales (AFIP) y el alquiler de un galpón del puerto de Concepción del Uruguay.¿La cosechadora? En el mundo de las hadas.

Vueltas y vueltas de los sueños

También se puede preguntar por el puente Paraná-Santa Fe, buen motivo de propaganda. No es un asunto fácil, bien se entiende. Pero se lo ha firmado ya dos veces. Hubo un acuerdo interprovincial con la Nación en oportunidad de la visita de la Presidenta a Paraná el 25 de junio pasado. El 1° de julio se anunció que “en dos meses se licitarán los estudios” del viaducto. De más está decir que no ha pasado nada. Como tampoco sucedió nada desde el anterior convenio firmado hace dos años y medio en igual sentido.

Los arroceros esperan el acueducto Mandisoví que les permitirá aliviar costos y recuperar el primer lugar de la producción nacional que perdieron hace tres años ante Corrientes. El proyecto fue anunciado a todo bombo por el gobernador el 20 de agosto de 2010 en Concordia. La situación, igual que entonces. Proyecto cajoneado, arroceros sin agua.

Los citricultores están de mal en peor por distintas circunstancias y una extraviada política comercial del Estado. Su sueño es volver a exportar. El año pasado, regresando de Brasilia, Urribarri anunció la exportación de cítricos al país hermano. Lo reiteró el 25 de abril pasado en oportunidad de la visita de la presidenta Dilma Rousseff a nuestro país. “Todo arreglado”, se ufanó. Nada ha ocurrido hasta hoy.

Hay más. Estos son sólo algunos retazos del sueño de una noche de verano, girando entre hadas y duendes, como la comedia de Shakespeare.
Publicado en diario El Día de Gualeguaychú