MERCADO ECONÓMICO - INFORMACIÓN Y ANÁLISIS MARTÍN TETAZ 6/12/2020 -textual-.

 

Inconsistencias
 
Durante el mes de noviembre, según el consenso de los analistas que reportan al REM del BCRA, la inflación habría sido del 3,6% y se espera un 4% para el último mes del año. En sintonía el dólar oficial se arrastró 3,81% pero las tasas de interés pagan por los depósitos mayoristas en pesos (BADLAR) 2,84%, las empresas pueden conseguir adelantos en cuenta corriente abonando 2,7% y los bancos se proveen de liquidez con un call de 2,44%. Por eso los analistas del mercado esperan una aceleración de las tasas en los próximos meses, que es incluso superior a la que pronosticaban en el reporte de expectativas del mes pasado.
 

 

Desde mayo, el REM apuesta a que el gobierno patearía la inflación del 2020, hacia el 2021, esencialmente congelando precios y tarifas, que eventualmente tendría que corregir. Así, mientras que en el quinto mes del 2020 pensaban que la inflación de este año sería del 43,3% y la del año que viene del 41,1%, ahora imaginan que el corriente cerrará en 36,7% pero que en 2020 habrá un 50% de aumento de precios.
 
 
 
Mientras el costo de alquilar dinero corra por debajo de la inflación y de la tasa de devaluación será negocio endeudarse en pesos para ir a buscar en primera instancia dólares, o cualquier mercadería que se le parezca. Esta inconsistencia no solo acelera las importaciones y frena las exportaciones, como venimos viendo en los últimos meses (en octubre las ventas externas cayeron 21,6% a pesar de los buenos precios internacionales, mientras que las compras perdieron solo 2,8% en un contexto en que el PBI esta 4,9% abajo del mismo mes del 2019), sino que de no revertirse arriesga un nuevo derrumbe de la demanda de pesos con motivo especulativo (reserva de valor).
 
 
Ya vimos en octubre lo que sucede si se cae la demanda de dinero y no parece un buen momento para correr riesgos cambiarios, cuando todavía faltan varios meses para el ingreso de divisas de la cosecha 2021.
 
 
Es cierto que el gobierno mantiene a raya los dólares paralelos con sus intervenciones en el mercado de bonos, logrando bajar los billetes financieros, pero al costo de ser los únicos países, junto con Perú y Venezuela, que en los últimos 20 días han visto subir su riesgo país, a pesar del boom de ingreso de capitales que está teniendo la región desde que ganó Biden y mejoró el prospecto de la vacuna.
 
 
En general, las monedas regionales se fortalecen al mismo tiempo que baja el riesgo país y viceversa, porque el ingreso de fondos del exterior que busca papeles domésticos aprecia las divisas locales. Por eso en Brasil, Chile, Colombia y México hubo fuerte apreciación cambiaria en las ultimas semanas y en todos esos países el riesgo país cayó mas de 10% en el mes
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Esa mejora de las monedas regionales es una buena noticia en el contexto de presión cambiaria que tiene Argentina, porque equivale a una devaluación nuestra, pero si baja el riesgo global de los emergentes no es bueno ir a contramarcha, porque estamos perdiendo el viento a favor que empezó a soplar en la región.
 
 
 
¿Qué pasa en el mundo?
 
 
Los datos de empleo en los Estados Unidos confirman el estancamiento de la recuperación en noviembre, porque a pesar de que se agregaron 245.000 posiciones, prácticamente no hubo cambios en la versión desestacionalizada y la economía tiene 9 millones menos de empleos que en el mes de febrero (-5,6%), después de haber sufrido una caída de 25 millones de trabajos en abril. Mas de la mitad de los empleos creados (145.000) fueron en transporte y logística, pero se perdieron 99.000 empleos públicos y 35.000 en comercio.

El dato alentador es que después de tres semanas en las que venía subiendo la solicitud de seguros de desempleo, solo 712.000 personas lo pidieron, una cifra menor que los 775k que esperaba el mercado
 
 
La principal economía del planeta esquiva de este modo el temor a una W, que algunos analistas anticipaban por el record de casos de coronavirus, que si bien está exagerado por el mayor testeo, alcanza ya los niveles de muertes diarias de la primera ola.
 
 
En Europa la mayoría de los países tienen prospectos positivos en materia de manufacturas, porque la segunda ola de COVID afecta más que nada a los servicios. Los PMIs verdes significan que los managers de las principales industrias vislumbran recuperación con crecimiento del empleo y la producción, mientras que los degrades de rojo señalan expectativas de contracción de actividad
Francia, España, y Polonia, en gris, están neutros. Rusia y Grecia los mas complicados, Alemania y Suecia los que muestran un mejor futuro
 
 
Los mercados en Europa también estan optimistas, con Londres y la bolsa de Paris, por encima del resto, con fuertes subas, lo mismo que el índice Euro STOXX 50, que acumuló 19% de suba en noviembre
 
 
La moneda europea también está fuerte y cerró la semana en 1,21 Dólares por Euro, aunque los niveles de optimismo en la economía son moderados, de acuerdo con el índice elaborado por la Comisión Europea que pondera las opiniones de industriales (40%), proveedores de servicios (30%), consumidores (20%), comerciantes (5%) y constructores (5%). Las expectativas acusan recibo de las mayores restricciones impuestas por la segunda ola de coronavirus, pero no replican el duro golpe de abril, porque buena parte de la actividad económica no vuelve al lockdown.
 
 
 
Commodites
 
 
Los precios de las materias primas energéticas copian el entusiasmo de los mercados de acciones y replican los principales índices bursátiles, lo que permite que el Brent supere los 49 por barril, en el nivel mas alto desde que empezó la pandemia. En los mercados de granos hubo toma de ganancias reforzada por el feriado de acción de gracias en los Estados Unidos, después de un mes de varias subas consecutivas. El mismo comportamiento se observó en el maíz y el trigo, en cambio, pierde un 10% desde la ultima semana de octubre por las perspectivas de una buena cosecha en los Estados Unidos, aunque los analistas del USDA bajaron de 46% a 43% el porcentaje de la cosecha que estaba en estado excelente.
 
 
 
Flujos de capitales y riesgo país.
 
 
Noviembre cerró con un boom de ingreso de capitales a emergentes, sobre todo en mercado de acciones y con una magnitud ligeramente menor a la del dinero que había salido en abril. El triunfo de Biden que descomprime presiones sobre China, Rusia y México, junto con la exceptiva de una pronta vacunación, dieron vuelta el animo de los inversores y los animaron a tomar mas riesgos.
Al mismo tiempo, del otro lado del mostrador, con la salida de capitales desde los países centrales, bajaron los precios de los bonos americanos y las tasas a 10 años están en los niveles más altos desde que empezó la pandemia
 
 
La montaña de recursos a emergentes hace que los spreads de riesgo soberano regresen casi a los niveles que tenían en febrero, aunque la posición de deuda de esos países es mucho mas alta y los niveles de déficit fiscal se han multiplicado por la pandemia. La única variable que explica que el mercado le asigne un riesgo similar al cumplimiento de los países que claramente están mas endeudados y con menos superávit hoy, tiene que ver con la abundancia de financiamiento barato que fluye de Europa y Estados Unidos, con perspectivas de sostenerse en el corto plazo, por lo menos durante 2021 y hasta que la vacuna logre que el temor al virus quede atrás.
 
 

¿Qué pasa en nuestro país?
 
 
Los datos económicos de noviembre son ambiguos. Por un lado, la demanda de energía eléctrica según CAMMESA ya está al 99% del nivel pre pandémico, creciendo fuerte desde el 93% de octubre, presuntamente gracias al paso del ASPO al DISPO, aunque la recuperación se da con mucha heterogeneidad, desde el sector de industrias de materiales para la construcción que opera consumiendo 22% mas de energía que a principios de marzo, hasta comercio y servicios, que aún están 34% abajo. Por otro lado, los datos de recaudación de noviembre decepcionaron porque los impuestos vinculados a actividad se cayeron; el IVA impositivo (proxy consumo) creció solo 17% nominal y el tributo al cheque 27% (proxy producción) contra una inflación del 37%. El gobierno disfrazó la mala noticia mostrando que el total de impuestos recaudados creció 36%, pero el comparativo se favoreció este año por el traslado de los vencimientos de Ganancias, que quedó así 76% arriba de lo que se había juntado por ese impuesto en noviembre del 2019.
Más aún, los aportes a la seguridad social, que son un porcentaje fijo de los salarios registrados, cerraron noviembre solo 22,9% por encima del año pasado, lo que quiere decir que la masa salarial se achicó 10,5% en términos reales, por la combinación de perdida de empleo y caída de los salarios
 
 
Es cierto que la reactivación de la construcción, o el regreso del servicio doméstico pasan debajo del radar de los impuestos, mientras que la contracción del comercio pega de lleno en el IVA.

En cualquier caso, es probable que el anuncio del fin del IFE y el ATP hayan frenado la recuperación y diciembre es un mes clave porque vuelve fuerte la emisión y si no pega el salto la demanda de dinero transaccional, repercutirá en el dólar y en la inflación.
 
 
Dólar y Tasas
 
 
El billete oficial corrió 58 centavos en la semana, a una velocidad anualizada del 45%, más en sintonía con las tasas de grandes depósitos (BADLAR TEA), que siguen por debajo de la devaluación. Así la tasa de cambio del dólar comercial sigue con más volatilidad que antes del 15 de septiembre, pero ahora también claramente con más media, lo cual es consistente con un crawling a una inflación más alta. Lo que no queda claro es si es el BCRA el que relajó el ancla y los precios acompañan, o si se trata de una estrategia pasiva. Por otro lado, como el contado con liqui cayó $4, la brecha se redujo al 77% restando presión cambiaria, en un contexto externo favorable, con todas las monedas vecinas apreciándose.
 
 
En el mercado monetario hubo estabilidad de tasas, con la Badlar que se paga a los grandes depósitos subiendo 36 puntos básicos y operando en 33,31% TNA, mientras que el call entre bancos cayó incluso 19 puntos y se negoció en 29,36%. Los adelantos en cuenta corriente a empresas bajaron 38 puntos y se negociaron en 32,32% al tiempo que las líneas a familias, que fue lo único que se movió de manera significativa, treparon 185 puntos y se cobraron 54,84%., siempre TNA.
 
 
La demanda transaccional de dinero se recuperó en las primeras semanas de noviembre, pero los depósitos en cuenta corriente se frenaron en las últimas dos semanas, en relación con las mismas semanas del mes anterior, mientras que ocurrió lo contrario con los depósitos en caja de ahorro, que en las ultimas dos semanas del mes pasado corrían al dólar y ahora se recuperaron. La demanda por reserva de valor también se estabilizó, después de un octubre para el olvido
 
 
Consumo
 
 
Más allá del mal dato de recaudación del IVA en noviembre, los indicadores de alta frecuencia que elabora la gente del departamento de Research del BBVA muestra una fuerte recuperación en las últimas dos semanas, que además es consistente con la mayor movilidad (mas consumo de combustibles, que vuelve a los niveles de la pre pandemia). La recuperación se apuntala en bares y restaurantes, pero también en textiles, que habían sido dos de los sectores más golpeados, alcanzando el consumo con tarjetas por primera vez un crecimiento en términos reales, después del efecto transitorio del hot sale a fines de julio
 
 
Construcción
 
 
 
Del lado de la demanda, también el sector estrella sigue siendo el de la construcción; el índice Construya, si bien retrocedió 2,4% respecto a octubre desestacionalizado, sigue por encima del nivel de los últimos 30 meses y 13,5% arriba del noviembre del 2019. En sintonía, los despachos de cemento, que no son stockeables, están en el mejor nivel de los últimos dos años siendo solo superados por los del 2017 y 28% por encima del nivel del 2019.
Lo interesante es que, sin embargo, los despachos en bolsa (obras pequeñas y refacciones del hogar) crecen al 30,2% mientras que los envíos a granel (grandes obras) están todavía 13,3% debajo del 2019, por el freno impuesto por la cuarentena.