(Redacción: Luis Fernández - Francisco Nessmann - Pedro Gutiérrez -AGMER-)
UNA APROXIMACIÓN AL DEBATE SALARIAL 2021
Claramente estamos ante un complejo escenario de negociación
salarial que se aproxima para estas semanas.
Tiempos que serán clave para poder determinar hasta qué punto el
Gobierno Provincial va a reconocer la pérdida del poder adquisitivo del salario
docente, en particular, y de los trabajadores estatales en general.
Porque la
inflación 2020 cerró con un porcentaje que ronda el 36,1%, de promedio general, pero que, en la zona en la que está comprendida Entre Ríos, fue del 37,9%
(Fuente: INDEC).
En un año en el que el contexto provincial, nacional e internacional se vio cruzado por una Pandemia, es interesante mencionar que fueron los trabajadores quienes han sostenido cada una de las actividades que se vieron afectadas por dicha situación.
En el caso del
sector educativo, claramente quienes sostuvimos, junto con las familias y los
estudiantes, el Sistema Educativo, fuimos los docentes. Tuvimos que improvisar y
adaptarnos a una realidad para la cual no estábamos preparados, con una marcada
ausencia del Estado, y, sin embargo, lo conseguimos, con las limitaciones de
cada caso en particular que se dieron en diferentes situaciones, ya sea por
falta de recursos tecnológicos, por ausencia de conectividad, entre otras
circunstancias que afectaron el desarrollo de las actividades pedagógicas.
Este accionar no
tuvo su correlato en cuanto a reconocimiento salarial por parte de la patronal.
A pesar de que
los costos por el uso de los celulares, internet, material impreso, etc., iban
en aumento, desde el Gobierno se mantuvo una actitud de pasividad ante la
escalada de precios que cada vez impactaba más y más en el bolsillo de los
docentes.
Ante este
panorama, resumido en algunos puntos relevantes, es fundamental que desde los
Sindicatos Docentes exista un posicionamiento contundente respecto a la
actualización salarial en función de lo sucedido durante el 2020.
No se puede
siquiera pensar que lo perdido, porcentualmente hablando, durante el año pasado,
pueda ser ignorado en la negociación salarial.
Ese debería ser
el punto de partida.
Seguramente se
pensó que, debido a la situación sanitaria, el contexto no era propicio para
forzar ni paritarias ni aumentos salariales, pero, nos encontramos con
decisiones que afectaron seriamente el poder adquisitivo del salario de los
estatales: por un lado, decisiones
políticas, llámese Ley de Emergencia
(Solidaria dijeron, cuando en
realidad los únicos que practicamos esa “solidaridad”
fuimos y somos los trabajadores y jubilados, ya que el impacto fue directo en
los sueldos), o la quita del derecho del
3X1 vinculado con el Sistema Previsional, y, por otro lado, la inflación, como una variable de ajuste que también nos afectó fuertemente.
Los montos en negro, o sumas fijas, que se otorgaron en el último trimestre del 2020, no
compensaron ese desfasaje entre salarios e inflación. Pero, además de ser
insuficientes, dejaron una suerte de marca negativa, ya que todos sabemos que
este tipo de pagos no genera ningún tipo de aporte Previsional (a la Caja de
Jubilaciones), ni a la Obra Social (IOSPER), produciendo un desfinanciamiento
de ambos organismos, y, además, achatando el escalafón docente, ya que no se respeta
ni la antigüedad ni los cargos, situación similar a la del FNID.
Este es,
entonces, el escenario previo al inicio de las Paritarias:
1.
36,1% de Inflación durante el
2020.
2.
0% de Aumento Salarial en
blanco para los Trabajadores y Jubilados.
3.
Sumas Fijas en Negro, durante
octubre, noviembre y diciembre, que desfinanciaron la Caja y la Obra Social,
sumado al achatamiento del Escalafón Docente.
4.
Paritarias interrumpidas en
forma unilateral durante el 2020.
5.
Ley de Emergencia vigente que
continúa impactando en ciertos sectores de trabajadores.
6.
Avance sobre el Sistema
Previsional Entrerriano.
7.
Gran porcentaje de trabajadores
y jubilados ubicados debajo de la Línea de Pobreza.
1- INFLACIÓN
Una de las
variables de ajuste que impacta directamente en el poder de compra de los
salarios. Esta es una de las herramientas que el gobierno entrerriano viene
utilizando desde hace años y que a consecuencia de ello tiene, hoy por hoy,
salarios que están por debajo de la media nacional. Año a año hemos perdido
frente a esta variable y eso está generando una situación acumulativa que
perjudica enormemente
2- NADA DE AUMENTO EN BLANCO DURANTE 2020
Esta es una
realidad que el sector docente pudo constatar, ya que los salarios cayeron
abruptamente, impactados por la inflación y no tuvieron, como en 2019, un
correlato en una cláusula gatillo que compensara la evolución de los precios.
La patronal apeló a esta situación amparándose en el argumento de la pandemia,
pero olvidó, intencionalmente, que la misma también nos afectó a los trabajadores
y jubilados.
3- SUMAS FIJAS EN NEGRO
Uno de los
aspectos más criticables de la política salarial con la que el gobierno quiso
disfrazar su ausencia de recomposición salarial. La Constitución de la
Provincia de Entre Ríos, en el Artículo 82, inciso d), claramente establece
que, a partir de la sanción de la Constitución, “todo incremento salarial debe estar sujeto a aportes y contribuciones…”,
por lo tanto esas sumas en negro fueron inconstitucionales, pero, para
complicar aún más el panorama, al abonarse con esta modalidad, y no tener los
descuentos de Ley, producen un vaciamiento directo de los aportes que deberían
girarse a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Entre Ríos, y,
además, a la Obra Social IOSPER, viéndose ambos organismos perjudicados por
esta decisión política del gobernador Bordet.
Otro de los
efectos negativos que producen las sumas fijas es el achatamiento en el
escalafón docente. Esto se explica en función de los cargos y la antigüedad que
cada trabajador y jubilado tiene: es decir, recibe un monto similar quien
recién comienza a trabajar como aquel docente que ya tiene 24 años de
antigüedad, o un docente de grado que un Director de Escuela. Este avance sobre
nuestro escalafón y nomenclador, genera una distorsión que como Sindicato no
debemos permitir.
4- INTERRUPCIÓN DE LAS PARITARIAS
El año 2020
comenzó con la apertura de una Paritaria Salarial en los primeros días de
marzo. Pero luego, con el advenimiento del Aislamiento Social Preventivo y
Obligatorio (ASPO), fue suspendida de forma unilateral por el Gobierno de la
provincia. Una decisión criticable desde todo punto de vista, ya que dichas
reuniones podrían haber continuado haciéndose desde la virtualidad, una
modalidad de trabajo que se impuso a los docentes para poder desarrollar las
actividades educativas pero que, aparentemente, no podía nuestra patronal
aplicarla a la continuidad de la negociación salarial.
5- LEY DE EMERGENCIA
Reunidos desde
la virtualidad, los diputados y senadores del PJ oficialista aprobaron, en un trámite express, la Ley de
Emergencia Solidaria, una norma que aplica una quita salarial a trabajadores
activos y jubilados. Fuimos obligados a aumentar nuestros aportes, mientras que
a los sectores que más se han beneficiado con las políticas del gobierno, no se
los conminó en igualdad de condiciones. Para el gobernador, a la crisis la
debemos pagar los activos y jubilados, y por ello se sancionó esta Ley.
No hay que dejar
de mencionar que, con esta normativa, se avanzó directamente sobre el Sistema
Previsional de nuestra provincia, ya que, al quitarle salario al jubilado,
directamente se está atacando un derecho adquirido que es el 82% móvil. Por
ello es que se hicieron presentaciones para frenar este ajuste. Sin embargo,
aún hay trabajadores que siguen estando alcanzados por esta Ley de Emergencia.
Lo cuestionable
acá es que, para votar un AJUSTE, los funcionarios sí se pudieron reunir, pero,
para continuar la Paritaria Salarial, no, poniendo como excusa la situación de
ASPO.
6- SISTEMA PREVISIONAL
Como en
infinidad de oportunidades lo hemos manifestado, la Ley 8732 NO SE TOCA.
Sin embargo, la
política neoliberal del Gobierno Entrerriano ha puesto la mira en la Caja de
Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos (CJPER), atacando desde todos los ángulos
posibles, a la Ley 8732.
Comenzó con el discurso
de apertura de la Asamblea Legislativa 2020, exponiendo la Situación
Previsional de Entre Ríos, poniendo como argumento para comenzar con el ajuste,
el Déficit de la CJPER. Pero no hizo ninguna autocrítica respecto a la
responsabilidad que le cabe a él como encargado del gobierno anterior, ni mucho
menos de su antecesor, Urribarri, quienes renunciaron a los aportes por
Coparticipación Federal que nos correspondían como provincia (15%) que hubiesen
permitido fortalecer la sustentabilidad del sistema.
Por ello, la
decisión política más sencilla es, como siempre, cargar las culpas sobre las
espaldas de los trabajadores y jubilados, y así se avanzó con la Ley de
Emergencia, por un lado, aumentando los aportes jubilatorios y atacando el 82%
móvil, y, con la quita de otros derechos, por el otro. En referencia a esto último,
lo decimos por la Circular de la CJPER que le quitó vigencia al 3X1, una
situación que impactó directamente sobre los sectores de trabajadores cuyo
régimen de jubilación especial se vio afectado.
7- SALARIOS Y CANASTA BÁSICA TOTAL (CBT)
Cuando hablamos
de una verdadera recomposición salarial, lo hacemos desde un lugar que, de un
tiempo a esta parte, se ha comenzado a tener en cuenta.
El trabajador,
para poder sostener un nivel de vida “básico”, puede realizar un ejercicio
simple que consiste en comparar sus ingresos con el costo de la CBT que
difunde, mes a mes, el INDEC.
En función de
esa comparación, se puede determinar cuántos trabajadores y jubilados se
encuentran Debajo de la Línea de Pobreza, una variable indiscutible para
observar el deterioro que venimos sufriendo cada vez que se publica el
mencionado índice.
Durante el 2020,
esta situación fue más que notable, ya que, como dijimos anteriormente, no
tuvimos una recomposición salarial. Esto hizo que la brecha entre la CBT y los
salarios, se amplíe mucho más, quedando cada vez más compañeros activos y
jubilados, debajo de la línea de pobreza.
Esta situación
tan particular, no puede obviarse por parte de la patronal, y mucho menos de
parte de nuestro Sindicato, a la hora de poner en discusión una verdadera
recomposición salarial.
A continuación,
ponemos en evidencia lo que representa el impacto de la CBT sobre el salario
inicial, y la pérdida del poder adquisitivo desde el año 2016 a diciembre del
2020, sin tener en cuenta el segundo FNID que se ha venido pagando en forma
provisoria, ya que no podemos seguir convalidando la incorporación de montos en
negro en nuestro salario.
Es interesante
poder calcular qué porcentaje de la CBT se puede adquirir con el salario de
cada uno de los trabajadores.
¿Y cómo encarar la negociación paritaria? ¿Qué hacer
frente a un panorama bastante desolador?
Claramente no
podemos ir a escuchar lo que tiene el gobierno para decir, sino que una Agenda
de reclamos, cuyos ejes son bastante obvios, debe ser puesta en la mesa por
parte de los Sindicatos.
Ante una
decisión de retomar las actividades educativas desde la “presencialidad”, o en
una “bimodalidad”, cabe preguntarse si las condiciones, tanto salariales como
sanitarias, están dadas.
¿Es correcto que
un gobierno cuya actitud fue la de ignorar la escalada inflacionaria, desoír el
reclamo de recomposición salarial, abandonar la paritaria, atacar el Sistema
Previsional, promover una Ley de Emergencia que cargó el peso de la crisis
sobre las espaldas de los trabajadores y jubilados, pretenda comenzar el Ciclo
Lectivo 2021 “normalmente”, como si nada hubiese pasado durante el 2020?
¿Una vez más
vamos a sostener el Sistema Educativo los docentes, poniendo nuestros propios
recursos a disposición de un Estado ausente?
¿Cómo vamos a
recuperar todo lo perdido durante más de un año? ¿De qué manera nos va a
responder el gobierno? ¿Volverá a insistir con su política de más y más ajuste?
¿Qué actitud
vamos a tener como trabajadores? ¿Y cómo Sindicato? ¿Pasividad? ¿Comprensión
ante la situación a pesar de que hemos sido uno de los sectores más castigados
por el gobierno? ¿Dejar que la inercia nos envuelva mientras vemos cómo, año a
año, mes a mes, día a día, nuestras condiciones salariales y laborales se van
deteriorando sin solución de continuidad? ¿Seguir sosteniendo, sin críticas a
nivel nacional ni provincial, la política salarial de continuar incorporando
montos en negro en nuestros salarios (FNID, ¿SUMAS FIJAS, ETC.)?
Estos son
algunos aportes que, como grupo de análisis, hacemos hacia el colectivo
docente, con la convicción y la intención de fortalecer el debate ante el
complejo escenario en el que nos encontramos.
Luis Fernández
Francisco
Nessmann
Pedro Gutiérrez
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