"En la Casa de Gobierno había enojo"


El conductor de El juego limpio, Nelson Castro, se refirió a la elección de Jorge Bergoglio como Papa, Francisco, y al impacto que tuvo la noticia en el Gobierno.
Aquí, la transcripción completa:
"Hemos tenido una noche intensa de este momento particular que vive la Argentina, ¿no? Momento histórico, único, de estas cosas increíbles que tiene la Argentina. Con algunas cosas para comentar: en los sectores más duros del kirchnerismo, la noticia de la elección del Papa ha caído mal. Si usted lee en las redes sociales, son tremendas. Digo, qué pena. Qué pena. Qué pobreza espiritual.
Y qué problema tenemos en la Argentina, ¿no? Yo ayer la veía a la Presidenta de la República, que estuvo correcta. La carta que le envió al Papa yo la leí, es correcta, parece que es la misma carta que le hubiera mandado al Arzobispo de Milán, al de Brasil, al de Nueva York, al de Madrid, si hubiera salido electo. Sin ninguna diferencia emocional. Primer punto que me llamó la atención, porque ayer, en la gente, había alegría, y hay mucha gente afín al Gobierno que lo ha vivido con alegría. Y que sabe diferenciar las cosas.
Otros se han quedado con la visión miope del Bergoglio que dialogaba con la oposición. Sí, dialogaba con la oposición, no dialogaba con el Gobierno porque el Gobierno no le ofrecía posibilidad de diálogo. Criticaba al Gobierno Bergoglio;también criticaba a la oposición. Digo entonces, la primera reacción de la Presidenta, que dijo, ayer después, en Tecnópolis: "Este es un día histórico". Pero no dijo: "Qué alegría para la Argentina que haya un Papa argentino".
Le confieso lo que yo pienso lo que hubiera hecho Dilma Rousseff, en Brasil, u Obama, en los Estados Unidos, de haber tenido un Papa de su país. Lo hubiera visto el presidente con otra actitud. Estuvo correcta la Presidenta. Correcta.
En la Casa de Gobierno había enojo. Esta es la realidad que hoy se vive en la Argentina, esta confusión de cosas en donde todo se ve bajo la óptica de la lucha de poder. Qué pequeñez, qué pequeñez. Realmente alarma. Porque obviamente, semejante pequeñez impide ir tras un destino de grandeza.
El segundo punto que quería contraproponer, ¿no?, estuvo todo este tema de lo de Bergoglio en la dictadura, los testimonios con muy contundentes, en cuanto a que nada hay que lo involucre, y en cuanto a actitudes muy valientes. Entonces, de un lado, fíjense cómo es la balanza, ¿no?, estuvieron en la crítica, hoy la pareja del vicepresidente; Luis D'Elía, y algunos otros que andan por allí, ¿no?
De la balanza de la defensa de Bergoglio estuvo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, Graciela Fernández Meijide, una luchadora por los Derechos Humanos, la doctora Alicia Oliveira, otra luchadora por los Derechos Humanos, los curas, como quienes escuchamos hoy, que dieron fe de las vidas que salvó. Me parece que esto marca, ¿no?, la diferencia. Para que ustedes vean. Y, por supuesto, tal vez, como siempre decía, a veces los enemigos permiten calificar a la persona. Con esos enemigos, Bergoglio puede quedarse tranquilo. 
Y el tercer punto ya va por arriba de todas estas situaciones coyunturales pero que insisto, mezquindades como esta permiten entender por qué la Argentina no tiene un destino de grandeza. Y yo reflexionaba, ¿no?, mire qué historia la de la Argentina. Llena de logros individuales fenomenales; la Argentina es el único país de Latinoamérica que tiene premios Nobel. Tenemos a Maradona, a Messi, a Gardel. El primer Papa no europeo de toda la historia es argentino. Y así como esto, hay científicos, Borges es argentino, intelectuales argentinos, individualidades brillantes. Luminarias que destellan en el mundo. Que son apetecidas por el mundo. Que son elegidas por el mundo. Y que acá muchas veces son rechazadas.
Qué destino el de la Argentina. El día que cambiemos esto, tal vez encontremos el camino de grandeza que la Argentina tantas veces ha prometido, y nunca ha logrado. Tal vez, como dijo alguna vez un gran director de orquesta, Sir Thomas Beecham, ese día en el cual tanta pequeñez desaparezca, en el cual aprovechemos estas luminarias para proyectos comunes importantes, tal vez ese día la Argentina deje de ser el país del mañana mejor, que nunca llega".