La Renovadora de Federal y su agónico final
(Escribe Juan Carlos Piacenza). Con la persistente visita a afiliados, reuniones y
actos, (como no se vió en la elecciones generales), de parte de los dirigentes
(hoy enfrentados), Lucchessi y Vera, de la línea “Renovadora” –que dicho sea de
paso, de renovadora le queda solamente el nombre-, la mayoría de los radicales
federalenses, estamos asistiendo a un espectáculo que quisiéramos borrar de nuestras retinas.
Con
todos los problemas que hoy tenemos la mayoría de los ciudadanos, castigados
por un gobierno que dice ser nacional y popular, pero que desconoce una
inflación galopante, una inseguridad que ya ha llegado hasta los lugares menos pensados,
no genera fuentes de trabajo, encubre actos de corrupción con privatizaciones,
persigue a voces disidentes, condiciona a la Justicia, desatiende la salud, y
tantos otros problemas; para completar la intranquilidad, una lucha interna local,
de un sector del radicalismo, muy disminuido, como quedó demostrado en la
interna donde fue amplio ganador el sector encabezado por Felipe Torres.
Esta situación, no hace más que poner blanco sobre
negro, las características negativas, de un sector que en sus comienzos hizo
cosas positivas, que reconocemos todos los ciudadanos, no sólo los radicales,
pero que después derivaron en vicios inocultables: la falta de diálogo, la
actitud autoritaria, la toma de decisiones en un grupo muy pequeño, la soberbia
de pretender saberlo todo y no escuchar otras voces, la falta de capacidad para
generar nuevos cuadros políticos (ni en mayores, ni en juventud) y también
preparar nuevos funcionarios; claro, era más fácil distribuirse entre pocas
personas los cargos más importantes, y eventualmente “cubrir” con algún
allegado, para luego compensar con asesorías al pequeño grupo de genuflexos,
que nunca faltan, a lo largo de más de dos décadas.
¿No hubiese sido mucho más práctico y menos
desgastante que dos dirigentes se sienten como personas inteligentes, dejando
de lado los caprichos y la soberbia, y arreglen sus cuestiones particulares, y
no arrastrar a cientos de radicales a una interna indeseable, donde se elegirá
más de lo mismo?.
Será
necesario un final agónico, como al que seguramente asistiremos, para que
dirigentes desgastados se den cuenta que llegó la hora de dar un paso al
costado, o ¿querrán la reelección indefinida como los kirschneristas?.
MI
PROPUESTA: A mi modesto entender, sería mucho más positivo, que los tres
sectores internos que hoy tiene la U.C.R de Federal, en una mesa de diálogo,
sin prepotencia ni autoritarismo, acuerden una conducción consensuada para el
Comité Ciudad, el Comité Departamental y demás cargos, donde justamente estén
representadas todas los opiniones, que no tengo dudas que la inmensa mayoría de
los radicales va a estar de acuerdo y va a apoyar.
La
sociedad argentina, está mirando con atención los movimientos de la oposición,
y en particular espera de la Unión Cívica Radical, y de sus dirigentes, gestos
de grandeza republicana, que le proporcionen confianza, como alternativa de un
sistema democrático que necesita imperiosamente de partidos políticos
renovados, modernos, organizados y con propuestas.
Juan Carlos Piacenza.
DNI 11.769.065.